La cuestión del sentido de la vida se presenta en algún momento de nuestra existencia, detrás de preguntas ineludibles: ¿para qué estudio? ¿para qué trabajo? ¿para qué hago lo que hago? ¿es esto lo que quiero para mí en la vida? Pasando en limpio: ¿cuáles son los valores, ideales, acciones que otorgan sentido al vivir cotidiano?
"Creo que nadie puede dar una respuesta, ni decir qué puerta hay que tocar...
a pesar de tanta melancolía, tanta pena y tanta herida, solo se trata de vivir"
Lito Nebbia
Y ¿en qué consiste el vivir? ¿Tiene la vida un sentido? Y si la tiene, ¿cuál es? ¿Es para todos el mismo?
Las preguntas son de todas las personas y de todas las épocas. El ser humano necesita encontrar sentido no solo a lo que hace, sino al dolor, a la muerte, a lo inexplicable. Los mitos, las religiones, incluso las ideologías plantean explícita o implícitamente el tema y la filosofía aporta lo suyo.
Buscar el sentido de la vida es tema de pensadores de todos los tiempos, búsqueda inacabada de algo (objetivos o valores) o de Alguien fuente de sentido.
Así, en Homero es la muerte heroica; en Sócrates, el conocimiento de sí y entender las cosas desde la razón; en Aristóteles, la auténtica felicidad reside en una vida guiada por el pensamiento porque allí el hombre realiza el ser que es; en Agustín de Hipona, es la búsqueda de Alguien que colme, que de sentido a todo: "Señor nos hiciste para Ti y nuestro corazón no descansará hasta que no repose en Ti". Para Nietzsche, "El hombre que tiene un para qué, es capaz de soportar casi cualquier cómo". Para Max Scheller, lo que da sentido a la vida son los valores que se eligen y predominan en ella.
En todos los planteos hay elementos valiosos para la reflexión personal; pero en definitiva cada existente tiene que dar respuesta por sí. La reflexión se vale de ideas o principios que otros han propuesto, pero la respuesta es personal, se trata del sentido de mi vida, de lo que me da plenitud.
Para Viktor Frankl (psiquiatra sobreviviente de Auschwitz) la vida es una búsqueda de sentido y cada uno debe encontrar el significado a la propia si aspira a vivir feliz.
El ser humano no es fruto de su entorno; existe libertad interior para decidir a pesar de condiciones que parecen determinantes; no puede controlar lo que sucede, pero sí elegir cómo responder a ellas. Afirma Frankl: "Admitir la libertad lleva a hacer algo por sí; decidir, proponerse una meta y asumirla responsablemente".
Encontrar sentido es necesario, pues "cuando una persona no descubre un propósito está proclive a la desesperanza; la Desesperanza es igual a sufrimiento sin propósito".
"No se trata de soportar heroicamente el sinsentido de la vida (como afirmaba Sartre); lo que tenemos que aceptar es la incapacidad de reconocer el sentido supremo en términos racionales, pero no obstante podemos creer en ese sentido supremo".
Algunas pistas:
- Mirar hacia dónde queremos ir, el para qué de lo que hacemos, hacia dónde nos conduce.
- Dilucidar las motivaciones de nuestro actuar.
- Ejercitar la libertad interior con decisiones y propósitos.
- Trabajar con pasión, poner todo de nuestra parte y no enredarse en el camino.
- Cultivar coraje frente a la adversidad.
- Mirar a los otros, cuidar los afectos y la buena relación con los demás.
- Amar a los demás mediante el servicio y obras de bien concretas.
- Reconocer qué da sentido a nuestro vivir y priorizarlo en lo cotidiano.
- Abrirnos a un horizonte de trascendencia, otorgador de sentido más allá de las circunstancias.
Creer, agradecer y amar es el móvil más poderoso de nuestras acciones, la "reivindicación de lo humano" y garantía de felicidad.
Cada vida humana tiene una finalidad, un sentido, vale por sí, más allá de condicionamientos o circunstancias.
¿Qué significa el “sentido” de la existencia? Que algo “tenga sentido” significa que tiene razón de ser.
El sentido de la vida es tener una razón para vivir, para el esfuerzo, para superar crisis y adversidades... (ver más)