"Si los problemas tienen solución, no hay de qué preocuparse; y si no los tienen, tampoco", hemos dicho más de una vez ignorando que es una "Máxima" de Epicteto, filósofo que perteneció a la escuela estoica, fundada por Zenón de Citium.
La escuela estoica es post aristotélica, la preocupación filosófica ya no era la metafísica, sino la moral. Mirando la naturaleza humana como ideal, se orientó a la búsqueda de una vida tranquila, feliz. Esos criterios inspiraron a estos filósofos quienes, por influencia socrática, consideran que el principio de la Filosofía es el conocimiento de sí mismo; que la virtud consiste en actuar conforme a la naturaleza racional, en el ejercicio del dominio de sí para ser y vivir mejor. El sabio debe resistir las pasiones pues nos desvían de la virtud.
Epícteto (año 55 al 135), nació en Hierápolis (este de Turquía), vivió como esclavo en Roma, luego liberado. No dejó escritos, pero sus enseñanzas fueron recogidas por su alumno Flavio Arriano en “Discursos de Epicteto” (notas, apuntes) y “Enchiridión” (recopilación de sus Máximas, también llamado “Manual para la vida”).
Comparto algunas:
Compórtate en la vida como en un banquete. Si algún plato pasa cerca de ti, no metas la mano; en cambio, si te lo ofrecen, toma tu parte. Lo mismo has de hacer con tus riquezas, amigos, familiares o cualquier otro aspecto de la vida.
Distingue lo que de ti depende de lo que no depende de ti. De ti dependen tus pensamientos, emociones, y acciones. Lo que no depende de ti es la enfermedad, la pobreza, el clima, las acciones y opiniones de los demás. Por ello, concéntrate en lo que puedes controlar, cambiar, mejorar; y lo que no depende de ti, acéptalo. La aceptación de lo que no puedes modificar te traerá paz.
Si no quieres ser frustrado en tus deseos, no desees sino aquello que de ti depende. La sabiduría es aceptar las cosas que nos suceden y no podemos controlar.
No cedas ante la irracionalidad de las pasiones. La racionalidad es característica del humano y conforme a ella debemos vivir.
Para poco ha nacido aquel que aguarda reconocimiento de sus contemporáneos. Elegir el camino del deseo de reconocimiento, es elegir el sufrimiento.
La felicidad no consiste en adquirir y gozar, sino en no desear más de lo que puedes, pues en eso consiste ser libre.
Aunque no se adhiera al estoicismo, en tiempos turbulentos como lo fueron en Grecia en el surgir del estoicismo, o en estos que tantas cosas nos perturban y amenazan quitar la paz, resultan interesantes estas MÁXIMAS para la reflexión personal.
A veces pareciera que sí, en lo que hace a gustos, preferencias, percepciones estéticas, puntos de vista sobre una cuestión. Si afirmamos que así es, ¿significaría que estamos relativizando el concepto de verdad? ¿O afirmando que “no hay verdad”? ¿O que depende del individuo? ¿O que un mismo hecho puede ser interpretado de formas diferentes, porque consideramos que el conocimiento humano está condicionado por historia y cultura?.... (ver más)